Cerraduras ruidosas: ¿cómo silenciarlas eficazmente?

Cerraduras ruidosas: ¿cómo silenciarlas eficazmente?

El desgaste, la presencia de cuerpos extraños o un déficit de lubricación favorecen que la cerradura emita ruidos indeseados durante su manipulación. Cuando este problema se acrecienta con el tiempo y el uso, puede enmascarar averías subyacentes que bloqueen la puerta en el momento más inesperado y obliguen a contactar con una cerrajeria urgente 24 h en Vigo.

Las cerraduras se adquieren engrasadas de fábrica, de forma que sus cilindros y otros componentes se accionan con fluidez. Esta propiedad se pierde con el paso de los años, generando fricciones que son responsables de los ruidos. Para solucionarlo, se recomienda aplicar aceites y lubricantes especializados de forma periódica.

Al margen de la cerradura y su mantenimiento, los ruidos se derivan frecuentemente de una llave en mal estado. En general, este instrumento se fabrica en acero, bronce y aluminio, y estos últimos metales son susceptibles de sufrir daños que desencadenen ruidos al girar la cerradura.

Además, una cerradura puede experimentar sonidos molestos durante su cierre y apertura debido a la presencia de cuerpos extraños en su interior. La suciedad y el polvo vienen acompañados de granos de arena, astillas y otros objetos minúsculos que afectan a los mecanismos internos de la cerradura, influyendo tanto en su funcionamiento como en los ruidos emitidos.

De nuevo, el mantenimiento demuestra ser una tarea necesaria. Sin una limpieza regular, los bombines y otros componentes de la cerradura son vulnerables a la acción de la suciedad.

Por otra parte, el desgaste o rotura de piezas internas está detrás de los chasquidos y estridencias de una cerradura. Los ruidos, pues, serían sintomáticos de un problema mayor.

El estado de la puerta influye asimismo en el comportamiento y sonido de la cerradura. Una simple desalineación entre ambos elementos es suficiente para provocar toda clase de irregularidades, incluido el ruido.

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