La huincha para cortinas, conocida también como cinta para cortinas, es un elemento básico para su confección. Las hay de muchos tipos, colores y anchos. Pero tres son las más solicitadas y las que tienen más éxito. Te hablamos de ellas para que puedas escoger la que más te convenza de cara a tu próxima labor de costura.

1. Huicha para cortina de riel. Son las cortinas más clásicas. Esta cinta se cose en las cortinas para, una vez que está colocada, fruncirla utilizando unos hilos. En la cortina hay unos pasadores pensados para colocar unos ganchos que pueden ser metálicos o plásticos y que serán los que se utilicen para colgar la cortina del riel. Es el tipo de cortina con más frunce y también la más elegante, pero a cambio es la más complicada de descolgar para lavar, ya que hay que cuidar que los ganchos no se suelten. En muchos casos, se acaba antes retirando todos los ganchos y volviéndolos a colocar una vez lavadas las cortinas, que se cuelgan húmedas para que sequen sin arrugas.
2. Huicha para cortina de aros. Las cortinas de aros, ojos o de ojillos son las más fáciles de poner y de quitar y por eso las favoritas de muchas personas. Dejan ver parte de la barra, lo que hace que se puedan combinar con otros elementos de la decoración. Este tipo de cortina puede ser de muchos tipos, pero las más cómodas llevan aros que se abren y, una vez que la cinta está colocada y se agujerea la tela, se coloca el embellecedor quedando sujeto por un sistema de clic. Esto evita que se mueva la tela y se deshaga y también hace que la estética sea impecable. Son cortinas muy cómodas, pero son las más difíciles de conseguir que queden fruncidas por igual en todas sus partes y dejan al descubierto bastante barra, lo que no siempre es atractivo.
3. Huicha para cortina de barra oculta. Es un tipo de cortina muy sencilla, ya que lleva una cinta que incluye pasadores para una barra fina. De este modo, la barra pasa por entre los pasadores y no se ve, quedando oculta tras la tela. Es un sistema muy adecuado para cortinas de pequeño tamaño que no es necesario mover demasiado y que no se abren y se cierran con frecuencia, como las de la cocina o las del baño.