Hace unos años tuve un problema en la rodilla que se alargó más de lo que esperaba. Nunca son agradables los problemas de salud y en este caso no fue una excepción. Aunque durante aquel tiempo pude seguir haciendo ‘vida normal’, el problema me afectó a mi principal actividad deportiva: el running. Lo uso no solo como actividad deportiva, sino para relajarme, la mayoría de las veces es corriendo como se me ocurren las soluciones a los problemas. 

Y es que soy un gran aficionado a correr. Empecé antes de que se pusiera de moda, antes de que en España se impusiese el término ‘running’. Pero me alegro de que este deporte se haya ido extiendo en los últimos tiempos como lo ha hecho porque, entre otras cosas, han mejorado mucho los materiales. Sin ir más lejos, unos cordones running – XTENEX son un gran avance para aquellos que nos tomamos en serio este deporte porque son cordones que no necesitan ajustes una vez instalados. 

Pero cuando empecé con los problemas de rodilla tuve que dejar a un lado mis queridas zapatillas con cordones Xtenex. Me recomendaron reposo mientras se aclaraba el problema y fue una mala época. Acostumbrado como estaba a salir a correr unas cinco veces por semana, no supe qué hacer con ese tiempo. Me recomendaron que podía sustituir el running por la piscina o la bicicleta, deportes menos agresivos con las rodillas, pero no me acostumbré a lo uno ni a lo otro. 

Con la bicicleta fue un poco mejor, pero en el entorno en el que vivo no hay suficientes carriles bici y me llevaba demasiado tiempo salir de la ciudad. Así que me quedé tan solo con un poco de gimnasio mientras esperaba el diagnóstico. Que tardó mucho en llegar porque había bastantes dudas cuando me hice la resonancia magnética de si el menisco estaba dañado o no. Finalmente, concluyeron que no. Paralelamente el dolor había ido desapareciendo así que volví a sacar mis zapatillas con cordones running – XTENEX del armario y probé un par de veces con carreras suaves para ver qué tal funcionaba la rodilla. Y todo fue bien.