Considerando que España es un país con más de 877 mil profesionales colegiados en psicología, elegir al más adecuado según las propias necesidades no es tarea fácil. Se requiere una ardua investigación que contemple aspectos como la titulación del psicólogo, el tipo de terapia o terapias utilizadas o el feeling particular entre el paciente y el especialista.

Antes de contratar psicólogos Pontevedra, Bilbao, Valencia o de otra provincia, es importante cerciorarse de su especialidad. Decir que no hay dos psicoterapeutas iguales no es ninguna exageración. Esta ciencia contiene numerosas ramificaciones, siendo posible encontrar a psicólogos clínicos, conductistas, gestaltistas, sociales, educativos, de pareja, etcétera. Por tanto, el interesado deberá informarse del tipo de psicólogo que mejor se ajusta a su situación.

De igual forma, los psicólogos pueden clasificarse en función de la terapia psicológica empleada, además de la especialidad. Conocer esta información puede ayudarnos a tomar una decisión acertada, pues la terapia cognitivo conductual emplea metodologías muy distintas a la terapia sistemática breve o la de desensibilización y reprocesamiento mediante movimientos oculares (EMDR).

Como sucede en la familia, el trabajo y la vida en general, establecer una relación positiva puede allanar muchas de las dificultades que surgen en un tratamiento psicológico. Por ejemplo, es posible que el paciente sea reacio a someterse a una terapia en particular; si el feeling con el psicólogo en cuestión es negativo, el resultado no será satisfactorio, probablemente. Es lógico pensar, además, que dos personas que conectan y confían mutuamente obtendrán mejores resultados que si, de alguna forma, se sienten obligadas.

La titulación oficial y los éxitos académicos del psicólogo también influirán en esta elección. Que este profesional está licenciado y posee un Grado en Psicología se da por sentado, pero ¿cuántos poseen una maestría en Psicoterapia laboral, infantil, etcétera? Así, los méritos profesionales y académicos aportarán argumentos adicionales a los interesados que deseen someterse a tratamiento y no estén seguros de quién puede ser un ‘buen’ psicólogo considerando su caso.