La salud bucodental continúa siendo una cuenta pendiente en países como España, donde más de treinta millones de personas sufre caries, según los últimos sondeos. Prevenir la aparición de esta y otras dolencias dentales es posible con el seguimiento de hábitos saludables.

De acuerdo con las clinicas dentales Santiago de Compostela, deben evitarse los productos de higiene dental de baja calidad o basados en sustancias abrasivas o perjudiciales. Algunos de ellos se han popularizado pese a las advertencias de los expertos en odontología, como el carbón activado como blanqueante, los cepillos de cerdas metálicas o los colutorios con alcohol. En su lugar, se aconseja el uso de dentífricos con flúor de marcas.

También se recomienda apartar de la dieta aquellos ingredientes sólidos y líquidos que causen sensibilidad dental. Este dolor agudo se debe a la inflamación repentina de los nervios de los dientes afectados. Las bebidas y alimentos que generan este malestar, no son bienvenidos en el menú diario.

En un sentido estricto, una porción significativa de nuestra alimentación contiene sustancias muy perjudiciales para la salud dental: desde los azúcares y ácidos, hasta el alcohol y los almidones presentes en infinidad de aperitivos y snacks.

Al menos una vez al año, los odontólogos recomiendan someterse a una revisión dental, con el fin de controlar el avance de las amenazas existentes y de prevenir otras nuevas. Además, esta visita periódica puede aprovecharse para blanquearse la dentadura y rejuvenecer la sonrisa.

Pero la higiene oral no puede mantenerse solo a base de renuncias y ‘sacrificios’ personales, como moderar la nicotina o reducir la pastelería. La constancia y calidad del cepillado influye en la fortaleza de encías y dientes. También deben limpiarse las áreas gingivales y la lengua, donde se acumulan bacterias cuya sobrepoblación está asociada con el deterioro dental y las infecciones bucales.