La tricología, como disciplina orientada al estudio y el tratamiento de las enfermedades del pelo y del cuero cabelludo, ha incrementado su relevancia en las últimas décadas. Tanto es así que los tratamientos relacionados reciben una demanda ascendente en España y el resto de Europa.

En concreto, la aplicación de láser de baja potencia (LLLT, por sus siglas en inglés) para estimular la circulación es una técnica de creciente aceptación entre las personas con problemas de crecimiento capilar. Permite aumentar los niveles de queratina, oxígeno y nutrientes del cuero cabelludo de forma segura, como aseguraría cualquier dermatologo especialista en tratamientos pelo Vigo.

Los tratamientos antigrasa, por su parte, se fundamentan en el empleo combinado de productos y dispositivos específicos, con el fin de reducir el extra de grasa que a menudo bloquea los folículos del cabello. Este proceso no debe confundirse con los tratamientos destinados a combatir la caspa, pues utilizan un combinado de geles y de aparatología desarrollada a tal efecto; en particular, basan su éxito en uno de los agentes queratolíticos más comunes, el ácido salicílico, capaz de diezmar a los microorganismos que proliferan en el cabello y que son fuente de picores y malestar.

La terapia antiandrogénica se destina a mujeres y conlleva la ingesta de fármacos orales que neutralizan la acción del receptor intracelular conocido como receptor androgénico. Con ello, se previene la acción de la testosterona y de otras hormonas que puedan afectar negativamente al desarrollo del folículo piloso.

El tratamiento de plasma rico en plaquetas (también conocido por las siglas PRP) es un aliado de la regeneración del cuero cabelludo. Utiliza la sangre del paciente para impulsar el restablecimiento de los tejidos y la formación de una molécula proteica esencial para el cabello, el colágeno. Por otra parte, la bioestimulación transdérmica (BET) previene la disminución de la masa capilar mediante el uso de la nanotecnología y una serie de principios activos.