Ya está llegando el frío y mucho previsores han realizado sus revisiones de calefacción. Es el momento de hacerlo para quienes todavía tienen sus instalaciones pendientes de la visita del técnico que certifique que todo está a punto para empezar a funcionar. Y también es el momento de comprobar las diferentes Ofertas accesorios de calefacción para adquirir todo aquello que puede hacer falta para tener el sistema al día.

Si tus radiadores precisan purgarse es el momento de hacerlo y comprobar que todas sus piezas están en orden. Dependiendo del sistema empleado y del tipo de calefacción pueden faltar tapones o roscas para graduación, que se pueden sustituir por piezas nuevas.

En el caso de los radiadores eléctricos puede ser necesario instalar temporizadores para poder programar el horario de encendido y de apagado sin tener que estar pendientes en cada momento. O incluso de instalar enchufes especiales para la tarifa horaria nocturna, así como reparar los acumuladores estropeados.

Las revisiones de las calderas también son necesarias y ayudan no solo a evitar averías, sino también a que no se produzcan consumos excesivos debidos a cualquier problema que puede estar haciendo que la caldera gaste más energía de la debida. A veces, una pequeña reparación que no cuesta mucho dinero puede hacer que el ahorro a lo largo de todo el invierno sea más que notable.

Es también un buen momento para instalar termostatos en el hogar si no los hay previamente. Los termostatos ayudan a que la distribución del calor sea mucho más homogénea y efectiva, contribuyendo a evitar que haya mucho calor en una habitación o que otra esté helada. Conseguir que el calor se distribuya de manera adecuada puede ser un pequeño quebradero de cabeza en espacios muy grandes, pero invertir un poco de tiempo y de dinero en conseguirlo no solo ahorrará dinero a medio y a largo plazo, sino que hará del hogar, la oficina o las instalaciones de trabajo un lugar mucho más agradable.

Y es que las revisiones de calefacción y las compras de accesorios no solo se llevan a cabo para el hogar, sino también en espacios laborales que no cuentan con un sistema de climatización moderno que combine aire acondicionado y calefacción, sino que todavía funcione con una caldera y radiadores, algo común en edificios que tienen ya muchos años y que no han sido reformados.