Hace un tiempo tuve un trabajo en el que me dedicaba a mandar cajas de Packaging para Botellas de vino a otras comunidades en las que el vino es mucho más caro. Ese era un buen negocio porque prestaba un servicio que por lo general debería de ofrecer un supermercado pero por lo que parece prefieren vender las cosas más caras que ayudar a las personas. 

Ese trabajo era bastante similar a otro trabajo en el que había estado trabajando años antes, en ese trabajo no mandaba botellas de vino en cajas sino que tenía que hacer un montón de envíos diarios de comida precocinada, que era lo que vendíamos en esa empresa. Normalmente estos envíos los hacía todos juntos y los enviaba a un centro de distribución que la propia empresa destinataria de los productos tenía en mi comunidad autónoma. Así era más sencillo no equivocarse porque esa empresa tenía un montón de tiendas esparcidas por toda España. Pero ese trabajo terminó cuando los jefes decidieron vender su empresa y quedarse solamente con el otro negocio que tenían mis jefes de ese momento, pero no me quejé ya que en esa época conseguí ahorrar bastante dinero, lo que me permitió vivir cómodamente unos años hasta que encontré otro trabajo.

En ese trabajo estaba muy cómodo, el único inconveniente era que no se encontraba en mi ciudad y tenía que conducir durante más de media hora para llegar hasta la nave de mi empresa. La carretera por la que tenía que circular para llegar hasta el trabajo era una de las carreteras más peligrosas de España por su alto número de accidentes pero por fortuna solo he tenido un pequeño sobresalto que solo quedó en un susto, pero otra mucha gente no puede decir lo mismo que digo yo. En verano aquello era un horno en el que no se podía respirar y en invierno era un congelador, imaginaros que se estaba mejor dentro de las cámaras frigoríficas que dentro de la nave. Pero por desgracia todo aquello terminó y no pude hacer nada para remediarlo.