Desde que empezó la pandemia, las visitas a los centros comerciales no fueron lo mismo. Al principio, en la peor época, la mayoría de las visitas solían ser por cuestiones imprescindibles, como hacer la compra en el supermercado. Incluso hubo quien no pisó ninguno en meses, aun siendo un habitual de estos lugares comerciales debido al miedo a estar en espacios cerrados con otra gente.

Más adelante, ya con la situación un poco más estable, la cuestión de tener que llevar una mascarilla suponía un considerable engorro, sobre todo para permanecer un tiempo considerable dentro. Pero, por fin, después de dos años, podemos pasear por un centro comercial sin agobios. Y confieso que una de mis aficiones es justamente esa: pasear sin un rumbo definido por un centro comercial a una hora poco concurrida, por ejemplo, una mañana entre semana.

Y así es como descubro cosas interesantes. No me gusta ir solo a tiro fijo, a mirar o comprar determinado producto, sino solo dar una vuelta, aunque no compre nada… aunque siempre acaba cayendo algo. Especialmente satisfactorio es cuando me acerco a la zona gourmet, donde están esos tesoros sofisticadamente embalados con los que se nos hace la boca agua como la Conserva gourmet de Anchoas del Cantábrico. Me paro, miro el envase, me cercioro de su procedencia y no puedo evitar llevarme dos o tres latas a casa.

Son esos pequeños placeres de la vida los que hacen que la rutina merezca la pena. Por eso yo siempre defiendo estos pequeños caprichosos, frente a los derroches en otros ámbitos. Perderse entre los pasillos a media luz de una tienda gourmet y sorprenderse con la cantidad de productos y firmas que se dedican a este sector. Porque detrás de cada lata, detrás de cada Conserva gourmet de Anchoas del Cantábrico hay una empresa que se decida a tratar con mimo estos productos autóctonos.

Así que yo estoy encantado de volver a pasear tranquilamente por un centro comercial, sin urgencia ni prisa, sin mirar el reloj, solo por el placer de perder un poco el tiempo dándome un delicioso capricho.