No me costó mucho decidirme a hacer una lipoescutura en la zona de los muslos porque ya había realizado una en el abdomen hace tres años y el resultado fue mejor de lo esperado. Una amiga lo había hecho meses atrás y me quitó el reparo a esta clase de intervenciones. Es cierto que siempre tenemos que ser conscientes de los riesgos de cualquier operación, pero se trata de una intervención sencilla que, si se hace en una clínica de prestigio, suele ofrecer buenos resultados a los pacientes.

Cuando me sometí a la primera operación, dudé de si hacer una liposucción muslos o de abdomen. Entonces pensé que lo adecuado era confiar en el cirujano que me iba a intervenir y que él me ayudara a decidir. Me dijo que consideraba la lipo del abdomen más necesaria y que, más adelante, si quedaba satisfecha con los resultados y el proceso, podía hacerme una en los muslos.

A pesar de que a mi amiga le había ido bien, yo todavía tenía un poco de respeto al postoperatorio, pero fue bastante bien. He de decir que soy una persona con bastante fuerza de voluntad y disciplina, de forma que si me dicen que tengo que seguir unas indicaciones tras una operación las sigo a rajatabla. Además, también estaba mentalizada para seguir una dieta recomendada por un nutricionista para la etapa posterior a la operación, así que tras dos meses, ya pude notar la mejoría tanto física, como mental.

Ahora, después de tres años, me voy a someter a una  liposucción muslos. Por supuesto, he decidido confiar en el mismo profesional que me hizo la primera operación. ¿Para qué cambiar si todo fue bien? No obstante, en la clínica son muy escrupulosos y siempre hacen un estudio previo para dar el OK a la paciente. En este sentido, no operan a personas con demasiado sobrepeso porque a menudo los resultados no son óptimos. Siempre aconsejan perder algo de peso antes de someterse a la liposucción. En mi caso, yo estaba bastante bien tras haber seguido la dieta que mencioné así que estoy esperando eliminar esas cartucheras que tanto molestan.