Llevo como un año preparando este verano. Como el verano pasado fue tan complicado para todos, decidimos paralizar los viajes que teníamos preparados y esperar a que escampara un poco. Nuestra idea de hace un año era pasar un par de semanas en el sur recorriendo algunas de las mejores playas de España, sobre todo en las provincias de Huelva y Cádiz. Pero la idea original era ir de hoteles y apartamentos. Eso es lo que ha cambiado este año.

Teniendo en cuenta que la situación sanitaria todavía no ha mejorado lo suficiente para evitar todo tipo de restricciones y sentirnos totalmente seguros en los destinos hemos decidido comprar autocaravana de segunda mano y cambiar la estructura del viaje: en vez de hoteles, optaremos por campings y sitios habilitados para pasar la noche en una autocaravana.

Para mí no es algo completamente nuevo. Hace muchos años, antes de casarme, hice varios viajes con amigos en este tipo de transporte. Todo empezó porque uno de mis amigos era muy asiduo a esta clase de viajes. Tenía una autocaravana muy buena con todo tipo de lujos para tratarse de un vehículo y lo cierto que es lo pasamos muy bien en aquellos viajes. 

Pero el tiempo pasó, mi amigo vendió su autocaravana y yo dejé de viajar de esa forma, aunque siempre lo eché un poco de menos. Aunque parezca irrelevante, aquella experiencia de joven me sirvió también para conducir este tipo de vehículos que no es lo mismo que llevar un utilitario. Supongo que cuando coja mi nueva autocaravana recordaré aquellas largas jornadas al volante.

Cuando le comenté a mi mujer de hacer el viaje por el sur en autocaravana al principio no lo vio claro porque ella sí que nunca ha viajado así, pero después de explicarle un poco los pormenores y lo que ganaríamos con ello me dio luz verde para comprar autocaravana de segunda mano. Mejor de segunda mano porque tampoco tenemos claro que vaya a ser algo más habitual a largo plazo. Pero nunca se sabe, tal vez nuestro futuro esté en la carretera…