La primavera está a la vuelta de la esquina y este año todo el mundo tiene ganas de salir a la calle y ver los escaparates, así que es el momento de comenzar a preparar las campañas para que todo esté a punto, sin dejar nada para la improvisación.

El escaparate es fundamental en cualquier pequeño negocio porque es la forma en la que se presenta la tienda al cliente. Con el escaparate el cliente se lleva una impresión inicial de lo que puede encontrarse dentro y va a ser clave para que este decida entrar o continuar por la acera hasta el siguiente establecimiento.

Contar con expositores publicitarios personalizados de gran calidad es una forma de lograr llamar la atención independientemente del tipo de producto que se quiera comercializar. Los expositores se adaptan en forma, tamaño y colores a cualquier negocio y sirven para mostrar ropa, comida, juguetes, joyas y, en definitiva, prácticamente cualquier objeto.

Los expositores publicitarios son ideales para los escaparates más creativos, en los que se escoge un tema para recrear una escena, pero también para los más minimalistas que quieren captar la atención sobre cuatro artículos representativos para picar la curiosidad del posible cliente, que entrará a comprobar que más sorpresas hay en el interior.

Y precisamente, en el interior de las tiendas nos encontramos también con todo tipo de expositores que permiten mostrar las nuevas mercancías y hacerlas más atractivas para el comprador. Por un lado, los expositores de las marcas, que los cambian en casa campaña para atraer la mirada de los compradores y que estos se interesen por sus productos. Pero también los expositores propios del comercio, donde se acumulan, por ejemplo, los productos de oferta o donde se colocan de forma más llamativa las novedades.

Los expositores propios del comercio también son parte de la decoración de los establecimientos. Estos expositores pueden ser incluso parte del mobiliario, pero lo normal es que sean expositores temporales que se cambian para que continúen llamando la atención ya que al cabo del tiempo acaban perdiendo esta cualidad y el ojo de los consumidores se acostumbra a verlos de forma habitual.

Los expositores de primavera se caracterizan por su colorido, por su optimismo y por reflejar naturaleza, flores y cualquier otra cosa que haga referencia al buen tiempo, al ocio y a la ya más cercana llegada del verano.